Diego Candil. Ganadero de Ávila: “Los ganaderos evitamos que el campo se convierta en una selva”


Diego Candil Escribano. Ganadero de caprino de El Barraco (Ávila)

“Los ganaderos evitamos que el campo se convierta en una selva”

Diego Candil, de 23 años, es la quinta generación de ganaderos de su familia. Desde El Barraco (Ávila), nos cuenta cómo es el día a día para un joven ganadero de extensivo en un pueblo pequeño. Vamos, la definición de sostenibilidad en sí misma.

¿Cuál es el punto fuerte de tu ganadería en sostenibilidad?

Sin duda, la labor más importante que hago es el mantenimiento del monte. Para mí ser sostenible es que mis cabras tengan la alimentación más natural posible, por ellas, por el medioambiente y por los que después vamos a consumir su leche. Por eso mis cabras se alimentan principalmente de pasto. Pastan en mis tierras y en tierras comunales. Las mantienen limpias, previenen incendios y evitan que el campo se convierta en una selva intransitable.

¿Cómo vivió la ganadería extensiva la sequía del año pasado?

Fue terrible para todos. En nuestro caso, se nos secó el pozo así que teníamos que llevar agua a la explotación para que los animales tuvieran qué beber. Se acabaron los pastos, tuvimos que gastar una fortuna en pienso. Sin agua, sin alimento…pasamos mucho miedo por el futuro de nuestro negocio.

¿Crees que sin precios justos se puede desarrollar una ganadería sostenible?

No se puede desarrollar ningún tipo de ganadería, pero menos una sostenible. Cuando hablo con otro tipo de ganaderos me doy cuenta de que mi modelo de negocio requiere más sacrificio en general y, sobre todo, noto la diferencia en los malos horarios que tengo. No hay tiempo para dedicarse a otra cosa. La ganadería es una profesión, no una inversión. Y como profesionales, merecemos un salario digno.

No sé si la sociedad quiere o no pagar un precio justo, pero creo que una gran parte de la población no puede permitirse pagar el precio real de productos de calidad. Y en este apartado también es importante hablar de sostenibilidad, de precio sostenible.

Algunos gastos que tenéis en explotaciones como la tuya son bajas producidas por los ataques de lobo. ¿Es posible la convivencia de los lobos y la ganadería extensiva o si existen unos no puede existir la otra?

La convivencia está en el equilibrio. Para que la ganadería y los lobos convivan, los ataques a nuestros animales, a nuestro negocio, no pueden quedar impunes. No puede ser que la sociedad proteja a los lobos pero no proteja a los ganaderos. No puede ser que los lobos se expandan y maten cada vez más animales, y seamos los ganaderos los únicos que paguemos esto de nuestro bolsillo. Yo creo que la sociedad urbana está tan alejada del medio natural que no sabe cómo trabajarlo, que a veces los ganaderos tardamos años en recibir la indemnización por nuestros animales muertos, y eso cuando la recibimos, y que siempre hay un lucro cesante que no se indemniza en absoluto.

La sostenibilidad tiene tres pilares. Un producto no es sostenible si no cumple con esas tres patas: económica, medioambiental y social. Ya hemos hablado de las dos primeras facetas pero, ¿crees que tu ganadería es sostenible socialmente?

El tipo de ganadería que yo tengo es, en mi opinión, la única sostenible. Una explotación como la mía necesariamente tiene que estar en el monte, yo no puedo irme con mis cabras al centro de la ciudad. Por eso, las ganaderías en extensivo como la mía son las que dan la vuelta a la tortilla del despoblamiento y asientan población en el mundo rural. La mía, en concreto, lleva haciéndolo cinco generaciones. ¿Hay algo más sostenible que esto?